Comentario
La obra de Gaudí es conocida de una manera muy desigual. Unas -como la Casa Batlló o la Milà- por su evidente espectacularidad e inmejorable emplazamiento, son visitadas a diario por miles de personas, mientras que otras, ya sea por ubicarse salpicadas por la geografía urbana de Barcelona, o, quizá, por mantener, todavía, un uso privado, no tienen el mismo eco entre los visitantes que acuden a Cataluña para encontrarse con Gaudí.
Son obras que pasan casi desapercibidas, pero que deben dejar de serlo, para que, todo aquel verdaderamente interesado en Gaudí, pueda llegar a tener un conocimiento más completo y racional de su obra.
Gaudí ponía tanto interés en el diseño de una mirilla de puerta como en el de la torre de un campanario. Todos y cada uno de los elementos de una obra eran importantes para él porque todos estaban implicados en un proceso creativo-conceptual mucho más amplio que el mero diseño individual: el arte total, concepto básico para entender el trabajo del arquitecto y, por extensión, de la época del Modernismo. En esta ruta vamos a poder conocer los Pabellones y la verja de la Finca Güell, el Colegio de Teresianas, la Casa Calvet, la Finca Miralles, la Torre Bellesguard la Casa Vicens y el Palacio Güell.